Searle y La Mente
El Grupo Editorial Norma acaba (hace un mes y tanto) de publicar La mente. Una breve introducción, la traducción del libro de John Searle publicado en el 2004. Searle ha protagonizado numerosas discusiones alrededor de temas tan polémicos como el problema mente - cuerpo, la metafora computacional de la ciencia cognitiva, el proyecto de la inteligencia artificial, etc.
Es un acierto de la editorial ofrecer a un amplio público una introducción a uno de los temas más destacados de la filosofía contemporanea, en una buena (y económica) edición. El libro, que busca ser una propedeutica a los problemas filosóficos de la mente, se divide en 11 capítulos, donde el autor logra abordar las siguientes preguntas, entre muchas otras:
¿Cuáles son exactamente las relaciones entre lo mental y lo físico?
¿Cómo sé que otras personas tienen mente?
¿Tenemos un conocimeinto cierto de la realidad?
¿El libre albedrío es real o es solo una ilusión?
¿Cuál es la relación entre mi identidad personal y mi identidad corporal?
¿Tienen mente los animales?
¿Cómo es posible que los hechos ocurridos en nuestro cerebro remitan más alla de ellos mismos?
¿Qué es un estado mental inconciente?
Hasta lo que he podido leer, no hay mayor novedad para aquellos que conocemos la filosofía de la mente de Searle, pero sí se encuentra una claridad impecable a la hora de presentar los problemas centrales y de enfocar las preguntas centrales. Searle se ha caracterizado por sus críticas a todos los programas de investigación dentro de la filosofía de la mente, el materialismo eliminativista recibe el mismo trato que el funcionalismo y el dualismo sustancial. Todos los enfoques de la filosofía de la mente, según Searle, están tremendamente equivocados. Y no tiene pelos en la mano (por mor de la verdad) para argumentar su posición.
El problema con Searle y ya lo han dicho muchos, es que su propuesta no es muy fuerte. ¿Cómo se produce la mente? R/ Gracias a los poderes causales del cerebro. Chalmers en un intercambio que tuvo con nuestro autor mencionaba que más que una respuesta era un mantra repetido una y otra vez por Searle pero que no solucionaba problema alguno. Dennett también lo ha acusado de carecer de un proyecto de investigación y de haberse quedado en la misma discusión de los años ochentas.
Lo que no podemos negarle a Searle es que gracias a el se han dado muy buenas discusiones, y que de su pluma han salido argumentos tan conocidos como el de la habitación china, la distinción entre intencionalidad derivada e intrínseca, la subjetividad ontológica de la conciencia, entre muchos otros.
Es un acierto de la editorial ofrecer a un amplio público una introducción a uno de los temas más destacados de la filosofía contemporanea, en una buena (y económica) edición. El libro, que busca ser una propedeutica a los problemas filosóficos de la mente, se divide en 11 capítulos, donde el autor logra abordar las siguientes preguntas, entre muchas otras:
¿Cuáles son exactamente las relaciones entre lo mental y lo físico?
¿Cómo sé que otras personas tienen mente?
¿Tenemos un conocimeinto cierto de la realidad?
¿El libre albedrío es real o es solo una ilusión?
¿Cuál es la relación entre mi identidad personal y mi identidad corporal?
¿Tienen mente los animales?
¿Cómo es posible que los hechos ocurridos en nuestro cerebro remitan más alla de ellos mismos?
¿Qué es un estado mental inconciente?
Hasta lo que he podido leer, no hay mayor novedad para aquellos que conocemos la filosofía de la mente de Searle, pero sí se encuentra una claridad impecable a la hora de presentar los problemas centrales y de enfocar las preguntas centrales. Searle se ha caracterizado por sus críticas a todos los programas de investigación dentro de la filosofía de la mente, el materialismo eliminativista recibe el mismo trato que el funcionalismo y el dualismo sustancial. Todos los enfoques de la filosofía de la mente, según Searle, están tremendamente equivocados. Y no tiene pelos en la mano (por mor de la verdad) para argumentar su posición.
El problema con Searle y ya lo han dicho muchos, es que su propuesta no es muy fuerte. ¿Cómo se produce la mente? R/ Gracias a los poderes causales del cerebro. Chalmers en un intercambio que tuvo con nuestro autor mencionaba que más que una respuesta era un mantra repetido una y otra vez por Searle pero que no solucionaba problema alguno. Dennett también lo ha acusado de carecer de un proyecto de investigación y de haberse quedado en la misma discusión de los años ochentas.
Lo que no podemos negarle a Searle es que gracias a el se han dado muy buenas discusiones, y que de su pluma han salido argumentos tan conocidos como el de la habitación china, la distinción entre intencionalidad derivada e intrínseca, la subjetividad ontológica de la conciencia, entre muchos otros.
Searle ha sido protagonista del auge de la filosofía de la mente y ahora llega a nuestras manos su obra introductoria al area. Algo bueno debe esperarse.